El oceanógrafo y Contralmirante retirado Tim Gallaudet (1) plantea en un libro blanco escrito para la Fundación Sol la intrigante posibilidad de que los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP) y los Objetos Sumergibles No Identificados (USO), constituyan tecnologías sumamente avanzadas que trascienden la comprensión humana vigente.
En el trabajo, titulado Beneath the Surface We May Learn More about UAP by Looking in the Ocean («debajo de la superficie podemos aprender más sobre la UAP mirando en el océano»), resalta el creciente interés tanto del público en general como de la comunidad académica en estos fenómenos.

Gallaudet plantea que, si estos fenómenos engloban aspectos de ingeniería, ciencia y física que exceden nuestro conocimiento actual, su exploración podría catalizar innovaciones trascendentales en sectores críticos como la energía, el transporte, las comunicaciones y la defensa.
Además, el documento especula sobre la potencial asociación de los UAP/USO con formas de «inteligencia no humana», una noción que tendría consecuencias significativas en diversas áreas del saber, tanto científicas como humanísticas. La verificación de esta hipótesis podría transformar radicalmente nuestra percepción de la vida y la inteligencia en el cosmos, influenciando disciplinas como la astronomía, la astrobiología y las ciencias sociales.
Pese a que actualmente prevalece un cierto escepticismo en la ciencia tradicional que frena la investigación en profundidad de estos fenómenos, Gallaudet sugiere que este panorama podría evolucionar favorablemente a medida que crece el interés público y la comunidad científica percibe los potenciales beneficios de una investigación rigurosa en este campo.
Conferencia de Tim Galludet en la Fundación Sol.
Gallaudet considera que en los próximos años el gobierno de EE. UU. podría ampliar y profundizar significativamente su investigación sobre los UAP, trascendiendo los enfoques actuales, que se limitan principalmente a la categorización superficial. Esta expansión de la investigación podría abarcar estudios más detallados tanto en el espacio aéreo como en los entornos submarinos. La iniciativa implicaría un enfoque más integral que no solo se centre en identificar y catalogar estos fenómenos, sino también en comprender su naturaleza, origen y tecnología.
Además, propone el desarrollo de programas de investigación, inspirados en el Proyecto Galileo, orientados al análisis exhaustivo y metódico de los USO. La viabilidad de estos proyectos depende crucialmente de la habilidad de los investigadores para elaborar propuestas atractivas que resalten la relevancia de sus investigaciones con el objetivo de captar apoyo financiero diverso. Este apoyo podría provenir de agencias gubernamentales, empresas y fundaciones privadas, instituciones académicas, así como mediante la colaboración internacional o la financiación colectiva a través de donaciones del público interesado, creando un amplio espectro de oportunidades para avanzar en el entendimiento de los UAP y USO.
El texto señala un aumento en el interés académico por este fenómeno, lo cual está propiciando una transformación en cómo se percibe la investigación de los UAPs dentro del ámbito universitario. La curiosidad hacia este fenómeno está superando al escepticismo o la indiferencia, lo que indica un cambio cultural significativo en el entorno académico hacia la aceptación y el estudio serio de este tema.

Gallaudet aboga por la implementación de políticas y legislación en Estados Unidos para incorporar la investigación de los UAP y USO dentro de las estrategias nacionales enfocadas en la defensa y la ciencia marina:
• Sugiere que tanto la Cámara de Representantes como el Senado incluyan ciertas acciones y disposiciones relacionadas con los UAP y USO en la Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2025.
• Menciona las disposiciones iniciales de la «Enmienda Schumer», instando a los miembros del Congreso vinculados a comités oceánicos a dialogar con los proponentes de la enmienda para promover el respaldo a la investigación de los UAP/USO.
• Además, subraya la importancia de extender esta investigación al dominio marítimo, lo cual podría profundizar significativamente nuestra comprensión del medio marino, beneficiando tanto la conservación de los océanos como fomentando el desarrollo de la economía azul.
Gallaudet, que fue administrador de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), destaca que el Congreso posee la facultad de formalizar el respaldo a la investigación USO mediante legislación, concretamente integrando directrices específicas en la reautorización del Programa Nacional de Asociaciones Oceanográficas. Dicho programa representa una iniciativa federal esencial que fomenta la colaboración entre diversos sectores para impulsar la investigación oceanográfica.
Por último, señala la oportunidad de utilizar los extensos datos oceánicos provenientes de entidades como la NOAA, la NASA y diversas oficinas navales. Esta estrategia sugiere una cooperación interdisciplinaria y entre diferentes organismos para explorar estos fenómenos con mayor detalle y rigor científico.
Gaulladet explica en su libro blanco que quizás el ejemplo más conocido de USO haya sido el relacionado con el caso «tic tac» de 2014. Los pilotos de los F/A-18F Super Hornet de la Marina describieron que el «tic tac» se movía erráticamente sobre una turbulencia en el océano. La espuma en el mar podía indicar un UAP más grande debajo o que el UAP observado había emergido del mar, explica Gallaudet. Más recientemente, un UAP transmedio (que puede moverse en el aire y en el mar) fue observado por personal de la Marina de los EE. UU. a bordo del USS Omaha al oeste de San Diego en 2019.
Sobre Tim Gallaudet: Contralmirante retirado, fue administrador de la (NOAA), actuó como Subsecretario de Comercio, fue Oceanógrafo de la Marina de EE.UU. y Superintendente del Observatorio Naval de EE.UU. Actualmente, es un afiliado de investigación para el Proyecto Galileo de la Universidad de Harvard, miembro de la Junta de ´Americans for Safe Aerospace` y de la Fundación SOL, y miembro del Panel Asesor de Investigación Oceánica de la Casa Blanca, la Junta de Estudios Oceánicos en las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, y el Consejo Directivo del Instituto Scripps de Oceanografía.
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