Massimo Teodorani es astrofísico, laureado en astronomía con una tesis teorico-matemática sobre la evolución de un residuo de supernova. Consiguió el doctorado en física estelar con una tesis sobre las estrellas binarias de gran masa.
Ha trabajado en los observatorios de Bolonia y Nápoles y en el radiotelescopio del CNR en Medicina, Italia. Paralelamente a sus trabajos astrofísicos ha realizado investigaciones sobre los plasmas atmosféricos, especialmente sobre el «fenómeno luminoso de Hessdalen». Su especialidad son los fenómenos luminosos anómalos.
El estudio «Spherical Unidentified Anomalous Phenomena», publicado en 2009, aborda un tipo específico de fenómeno aéreo no identificado (UAP, por sus siglas en inglés), descrito como esferas brillantes, muchas veces asociadas con plasma. Estas esferas han sido observadas en diversas partes del mundo y en algunas zonas muestran una recurrencia particular. Aunque en internet circulan muchos videos que parecen mostrar estas esferas, gran parte del material es falso o no verificable científicamente.
La investigación está orientada a obtener datos cuantitativos más precisos, con el objetivo de estudiar los posibles riesgos que estos fenómenos podrían representar para la aviación. Se considera tanto la posibilidad de que sean fenómenos naturales como que tengan un origen artificial.
Observaciones Científicas
Las esferas luminosas han sido observadas en varias regiones del mundo, como en el valle de Hessdalen en Noruega, un lugar conocido por la frecuencia de estos eventos. Allí se ha establecido una estación de monitoreo permanente que ha permitido la obtención de datos valiosos. Fenómenos similares se han registrado en otras áreas como Brown Mountain en EE. UU. y las luces Min-min en Australia.
Características principales observadas
Forma y duración: Las esferas son mayormente de forma esférica, con colores que varían entre blanco, rojo y azul. Pueden durar de 30 a 60 minutos y tienen un tamaño de 1 a 10 metros de diámetro.
Emisión de energía: Se ha medido que emiten una alta cantidad de energía, estimada en unos 20 kilovatios en luz visible. A menudo tienen una luminosidad inestable y muestran pulsaciones irregulares.
Multiplicación de esferas: En algunos casos, las esferas se multiplican en pequeñas esferas secundarias que se agrupan alrededor de un centro común, lo que aumenta la luminosidad del conjunto.
Interacción con el suelo: En ciertos casos, las esferas generan espectros que reflejan la composición del suelo cercano, lo que sugiere una relación entre las características del terreno y la formación de estas esferas.
Radar y visibilidad: Las esferas a veces aparecen en las pantallas de radar, incluso cuando no son visibles a simple vista, lo que sugiere que podrían emitir en otras longitudes de onda, como el infrarrojo.
Interacciones con aviones: Ha habido casos donde estas esferas se han acercado a aeronaves, lo que genera preocupación por posibles interacciones peligrosas.
Hipótesis físicas y evaluación del peligro para la aviación
Una parte crucial del estudio se enfoca en los posibles peligros que estas esferas podrían representar para la aviación. Teodorani analiza diferentes escenarios basados en las características físicas observadas:
Transferencia de energía térmica: Si una esfera de plasma se acerca a una aeronave, la energía térmica podría ser transferida, causando un sobrecalentamiento local en el fuselaje.
Explosión por impacto: Si una esfera de plasma impacta en la aeronave, podría ocurrir una liberación violenta de energía, similar a una explosión, lo que podría causar daños graves o incluso la destrucción total del avión.
Desequilibrio aerodinámico: Si una esfera se mantiene cerca de un ala o la cola de una aeronave, podría generar un desequilibrio de presión, afectando la estabilidad del vuelo y provocando un posible accidente.
Interferencia electromagnética: Se ha observado que las esferas pueden emitir campos electromagnéticos que podrían interferir con los sistemas electrónicos de los aviones, particularmente con los sistemas de control y comunicación.
Propuestas de estudio
El estudio propone realizar más investigaciones instrumentales utilizando una combinación de tecnologías, como cámaras de visión nocturna, espectroscopios y detectores de radar. La clave es realizar observaciones simultáneas en diferentes longitudes de onda para obtener una imagen más completa de las propiedades físicas de las esferas.
Teodorani también resalta la importancia de ampliar las observaciones en lugares donde estos fenómenos son recurrentes, para obtener más datos y así poder construir modelos físicos más precisos. Solo con un conjunto de datos suficientemente amplio se podrá evaluar con exactitud si estos fenómenos constituyen una amenaza para la aviación.
Conclusión
Aunque aún no se tiene una teoría definitiva sobre el origen de estas esferas luminosas, el estudio sugiere que tanto fenómenos naturales como artificiales podrían estar involucrados. La investigación futura, basada en más datos cuantitativos y observaciones sistemáticas, permitirá evaluar mejor los riesgos potenciales, en particular para la seguridad aérea.