Muchos lo consideran el hackeo más grande de la historia. Bajo el pseudónimo de ‘Solo’ el británico Gary McKinnon pasó a ser el hacker más buscado del planeta. Accedió a los sistemas informáticos y archivos confidenciales del Pentágono, NASA, Marina, Fuerza Aérea y del Ejército de Estados Unidos entre 2001 y 2002. McKinnon aseguró haber encontrado imágenes e información sensible relativa a OVNIS (ahora calificados de UAPs: Unidentified Anomalous Phenomena) en dichos sistemas gubernamentales. Este ciberataque sin precedentes desembocó en uno de los momentos de tensión diplomática más altos que se recuerdan entre Estados Unidos y Reino Unido.
Esta semana su nombre ha saltado de nuevo a la actualidad, después de que la revista Deadline publicara una información en la que mantienen que la BBC estaría trabajando en un proyecto de ficción dramático sobre la historia del hacker escocés, y titulado The People Vs. Gary McKinnon. Según Deadline, se trataría de un drama de 90 minutos de duración para televisión y sería producido por Wall To Wall. La producción comenzaría en la primavera de 2024, aunque la BBC se ha negado a hacer comentarios al respecto, según cuenta la revista.
Las producciones documentales o de ficción sobre el fenómeno ‘OVNI’ se han intensificado en los últimos años. El interés por este tema se ha incrementado a medida que hemos ido conociendo más y más información sobre los supuestos programas secretos de Estados Unidos alrededor de tecnología no humana, la seguida publicación de testimonios de insiders y whistleblowers del gobierno federal norteamericano al respecto o la incidente conversación que está teniendo lugar en el Congreso y Senado de Estados Unidos en referencia al fenómeno UAP y las correspondientes posibles legislaciones para la desclasificación pública.
El pasado mes de septiembre vimos el lanzamiento del documental Encounters en Netflix, creado por una de las productoras televisivas de Steven Spielberg (Amblin Television). Al igual que sabemos que Barack y Michelle Obama se han aventurado en la producción de White Mountains, de la mano de la misma plataforma de streaming. Se trata de una serie documental que contará la popular historia de los años 60 sobre Barney y Betty Hill, la historia de un matrimonio que por aquel entonces afirmó haber sido abducido por un OVNI. También hemos visto títulos documentales similares en otras plataformas.
¿Quién es Gary McKinnon y por qué es tan interesante su historia?
Gary McKinnon (nacido en Glasgow, Escocia el 10 de febrero de 1966) pasará a la historia como el autor del mayor ataque informático a sistemas militares y de defensa de la historia de Estados Unidos. Apasionado de los ordenadores y la tecnología desde muy pequeño, este detective e informático comenzó a principios de 2001 a hackear y acceder ilegalmente a los sistemas de un total de 97 ordenadores del gobierno federal norteamericano. Pero lo más interesante sobre esta historia tiene que ver con la razón por la que este escocés decidió llevar a cabo tal ataque: la búsqueda de OVNIS.
En 2001 tuvo lugar uno de los eventos más reveladores de nuestra historia reciente, pese a que fuese totalmente ignorado y ocultado por medios de comunicación a nivel internacional: la rueda de prensa del Disclosure Project, liderado por Steven Greer, en la National Press Club de Washington en el que comparecieron varios exempleados e insiders de diferentes aéreas del estamento gubernamental de defensa, inteligencia, militar y de exploración espacial del gobierno de Estados Unidos. Todos dieron testimonio en relación a su experiencia y conocimientos en relación a los programas clasificados y la ocultación llevada a cabo por su gobierno durante décadas alrededor del fenómeno ‘OVNI’.
Las motivaciones de Mckinnon para llevar a cabo tal ciberataque surgieron tras escuchar el testimonio de Donna Hare, una exempleada de Philco Ford (un contratista de NASA durante las misiones Apolo) durante la década de 1970 y que trabajaba en los laboratorios fotográficos de la empresa. En dicho evento ella afirmó que NASA ocultaba fotografías impresionantes sobre ovnis y que incluso llegaban a borrar estos ‘objetos desconocidos’ de imágenes tomadas por satélite para su publicación.
Donna Hare también dijo que gracias a sus credenciales de acceso de alto nivel, ella conocía información filtrada por diferentes oficiales de alto rango en la NASA. Y que estos funcionarios querían testificar públicamente sobre la existencia de ovnis. Ellos afirmaban que, tras el alunizaje durante una de las misiones espaciales de NASA, los astronautas vieron cómo tres ovnis aterrizaron en la superficie lunar. Pero los funcionarios que la informaron habían sido amenazados con perder sus pensiones y fueron obligados a firmar acuerdos de máxima confidencialidad. Incluso llegó a decir que estas «fuentes» habían desaparecido de la faz de la Tierra.
Los hallazgos de McKinnon: ‘naves espaciales’ y tecnología prodigiosa
Tras llevar a cabo sus ataques informáticos, Mckinnon afirmó haber dado con aquello que con tanto ahínco buscaba. Contó haber encontrado pruebas que demostraban la existencia de OVNIS y que el gobierno norteamericano ocultaba imágenes, hardware e información referente a tecnología extraterrestre en lo más profundo de su estructura federal. En lo referente específicamente a NASA, el hacker relató haber accedido a cuatro carpetas almacenadas en los sistemas del edificio 8 del Centro Espacial Johnson.
Entre los documentos y bancos de datos gubernamentales a los que consiguió acceder, McKinnon afirmó haber encontrado un sinfín de pruebas que demostraban que no estamos solos en el universo y que Estados Unidos tenía en su posesión tecnología extraterrestre muy avanzada. Según él, pudo acceder a imágenes que mostraban vehículos o naves en órbita que no se parecían a nada jamás visto por el ser humano.
El hacker hace referencia a una serie de archivos de datos que contenían las ubicaciones de OVNIS estrellados en nuestro planeta en los últimos años, y que el gobierno norteamericano contaba con un protocolo de acción para acudir a dichas localizaciones para hacerse con dicha tecnología «extraterrestre» para aplicarle ingeniería inversa, para así desentrañar la ciencia y el funcionamiento de dicha tecnología. Es más, McKinnon llegó a afirmar que a raíz de estos operativos el gobierno federal norteamericano había conseguido crear su propia tecnología de propulsión antigravitatoria.
McKinnon afirmó que las características de esta tecnología tenían la capacidad de ayudar y potenciar a la humanidad en lo que respecta a energía limpia y sostenible. Según él, este descubrimiento tenía el potencial de transformar nuestro planeta, terminando con la escalada de contaminación y con la dependencia del petróleo y combustibles fósiles.
Y no se quedó ahí, también se atrevió a decir que durante sus hackeos llegó a encontrar una supuesta lista gubernamental con los nombres y distintivos de diferentes oficiales destinados «fuera de nuestro planeta en flotas espaciales». Incluso llegó a revelar el nombre en clave de algunas de estas supuestas naves norteamericanas, como el «US Hillenkoetter» y el «USS LeMay».
Condenas de hasta 80 años de prisión y 10 millones de dólares de indemnización
Gary utilizaba un “Script Perl”, un lenguaje de programación que le permitió entrar en aquellos ordenadores gubernamentales en los que no se habían modificado las contraseñas de acceso predeterminadas. Gracias a sus ataques, McKinnon se hizo con contraseñas de acceso a sistemas, destruyó más de mil cuentas de usuario oficiales e inutilizó durante una semana la red de sistemas del Departamento de Defensa. Pero fue en 2002, a lo largo de una de sus incursiones, cuando fue descubierto por las autoridades federales tras cometer un error que hizo saltar las alarmas del gobierno norteamericano.
Los hackeos de McKinnon provocaron su arresto en Reino Unido en el año 2002. Y confesó a las autoridades haber accedido a sistemas informáticos de fuerzas armadas y de NASA con el objetivo de encontrar información referente a OVNIS y proyectos militares secretos. Aunque poco después fue puesto en libertad condicional, pese a que Estados Unidos demandó su extradición y procesamiento.
En 2004, el Tribunal Supremo Británico falló que McKinnon podría ser extraditado a Estados Unidos. El equipo legal de McKinnon recurrió tal decisión y llevaron su apelación ante la Cámara de los Lores de Reino Unido. Dicho tribunal aceptó la extradición, pero sus abogados lo volvieron a recurrir. Esta vez ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, manifestando que las penas solicitadas para McKinnon eran desproporcionadas en relación a los cargos imputados. Y que en caso de ser juzgado debía ser en Reino Unido, ya que los delitos se llevaron a cabo allí y no en suelo americano.
En 2005, el gobierno norteamericano acusó de nuevo a McKinnon de haber interferido gravemente contra los sistemas informáticos de la Fuerza Aérea Norteamericana e inició formalmente el proceso de extradición.
McKinnon llevó a cabo una lucha legal de 10 años. Estados Unidos llegó a pedir entre 60 y 80 años de pena en prisión y una indemnización al gobierno de Estados Unidos de 10 millones de dólares. Gary llegó a admitir haber realizado las incursiones de las que se le acusaba, pero siempre cuestionó que el gobierno norteamericano le acusara y calificara de ‘terrorista’ por haber accedido ilegalmente a sus sistemas militares.
Entre 2006 y 2007, Estados Unidos exigió la extradición del hacker a suelo americano para juzgarle por sus supuestos crímenes contra Estados Unidos y sentenciarlo a tal condena. Pero dicha solicitud nunca llegó a buen puerto. El consiguiente ‘tira y afloja’ entre ambos gobiernos se alargó hasta diciembre de 2012, cuando por aquel entonces el gobierno de David Cameron se negó a entregar a McKinnon para que fuese juzgado.
Theresa May, en aquel momento Ministra de Interior del gobierno británico, bloqueó la extradición de McKinnon haciendo alusión a que el hacker había sido diagnosticado con el Síndrome de Asperger. Estados Unidos nunca consiguió la extradición de McKinnon y nunca fue procesado en Reino Unido.
Gary McKinnon a día de hoy continúa en libertad. En 2022 concedió una entrevista al diario ‘The Sun’ y volvió a recalcar que aquellos ordenadores de NASA a los que accedió contaban con grandes cantidades de información sobre los UAP, que estos «fenómenos anómalos no identificados» existen en nuestros cielos y diferentes departamentos del gobierno norteamericano los estudian desde hace muchos años. Entre las imágenes que pudo obtener, el ‘hacker’ siempre destaca y hace alusión a un objeto metálico alargado con forma de cigarro, pero nunca ha hecho público ningún documento o imagen.
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