José Antonio Caravaca está considerado como uno de los ufólogos más destacados del panorama actual. Colabora activamente en el programa Cuarto Milenio, así como en diversas revistas especializadas y otros medios de comunicación. A través de sus libros, especialmente Encuentros con los ovnis, Distorsión y En la mente de los ovnis, publicado por la editorial Guante Blanco, ha desarrollado su «teoría de la Distorsión».
¿Cómo analiza todo lo que está ocurriendo en Estados Unidos en relación con el tema UAP o Fenómenos Anómalos No Identificados? ¿Esperaba este nivel de actividad?
Estamos viviendo unos años bastantes insólitos. Realmente ningún investigador o estudioso hubiera presagiado que en pleno siglo XXI se iba a producir esta reactivación del tema OVNI a los más altos niveles en los Estados Unidos después de tanto tiempo de ostracismo. Hay que subrayar como dato fundamental que describe a la perfección lo que estamos viviendo, que en pocas ocasiones desde 1947 tanto la opinión pública, la comunidad ufológica, los medios de comunicación, la clase política, los militares y los agentes de inteligencia están exigiendo al unísono transparencia al gobierno norteamericano con respecto a lo que sabe sobre los OVNIS.
¿Qué opinión tiene sobre los tres militares que testificaron en la audiencia del 26 de julio?
Siempre es muy positivo que se ofrezcan relatos de calidad en el seno de una audiencia pública para elevar el debate de estos asuntos y acreditar que el fenómeno UAP es un misterio al que hay que prestar atención científica. Sin duda el testimonio del exagente de inteligencia David Grusch fue el más destacado de aquella jornada porque ponía sobre la mesa una serie de acusaciones y rumores que siempre han circulado por los entresijos de la comunidad ufológica desde hace décadas. Su relato dio la vuelta al mundo porque denunciaba en un marco autorizado que el gobierno tenía en su poder naves y restos biológicos de inteligencias no humanas. El problema es que pese a las buenas intenciones de los tres declarantes nada ha cambiado en lo sustancial, ya que estas graves imputaciones no se han acompañado de evidencias para corroborar lo dicho, pese a las carencias, en una histórica audiencia.
«Existen informaciones de alta seguridad que nadie sabe dónde están ni quiénes las custodian»
¿Cuál es su punto de vista respecto a la creciente implicación de congresistas y senadores en este tema?
Bueno, hay que tener presente que en el mundo de la política todo es bastante relativo y con la relación a los OVNIs no iba a ser diferente. Es obvio que a algunos de los implicados les importa muy poco o nada los UAPs más allá de señalar y reivindicar que, desde el 11S, existe en el seno del gobierno estadounidense un estado profundo que tiene las llaves de muchos secretos a los que la clase política no puede llegar ni acceder. La intromisión política en el misterio de los OVNIs ha demostrado que existen informaciones de alta seguridad que nadie sabe dónde están ni quiénes las custodian. Y eso en el fondo es lo que persiguen republicanos y demócratas, que después de mucho tiempo de disputas, han conseguido unir fuerzas para presionar por una transparencia de las agencias de inteligencia y, por ende, por tener control de lo que hasta ahora escapa a su escrutinio.
Algunos políticos tan influyentes como el senador Rounds o el senador Schumer parecen estar totalmente convencidos de la existencia de los famosos SAPs no notificados (programas de acceso especial no comunicados a los representantes políticos) y relacionados con UAPs
Nadie puede negar que los acontecimientos precipitados desde 2017 con aquella sensacional exclusiva del New York Times han demostrado que hay demasiada gente en puestos de poder y responsabilidad dentro del organigrama del gobierno estadounidense, en todos los ámbitos que podamos imaginar, que está convencida de la realidad no humana del fenómeno UAP. Muchas de estas personas afirman que el relato vertido por Grusch ante los senadores y el Inspector General de la Comunidad de Inteligencia (ICIG) de Estados Unidos es verídico. El dilema es establecer cuánto de verdad, de leyenda urbana o de intencionada manipulación existe detrás de estas informaciones. Pero repito, ya nadie puede cuestionar que todas estas acusaciones son creídas por mucha gente importante que incluso afirma que han visto con sus propios ojos esta tecnología no humana. De hecho, en su imputación David Grusch detalló los lugares concretos donde se está desarrollando los programas secretos sobre material exótico.
Hay demasiada gente en puestos de poder y responsabilidad dentro del organigrama del gobierno estadounidense, en todos los ámbitos que podamos imaginar, que está convencida de la realidad no humana del fenómeno UAP.
Varios congresistas están ya trabajando en una próxima audiencia UAP. Hablan de una “Field Hearing” o Audiencia de Campo. ¿Qué cree que puede pasar en esta segunda audiencia? ¿Se presentarán nuevos testigos?
Las expectativas siempre están presentes, pero el tiempo sigue pasando y en lo fundamental no se están produciendo revelaciones o filtraciones de un calado que permita avanzar en el debate de una manera más determinista y sin tantas controversias estériles. Temo que, si no se produce una aceleración en esta investigación política sobre los UAP, el tema se atasque o deje de ocasionar curiosidad en la opinión pública y los medios de comunicación. Se corre el riesgo de entrar en un peligroso y cansino bucle.
¿Cree usted personalmente que existen programas ultrasecretos destinados a recuperar naves de inteligencias no humanas?
La cuestión es conocer si estos programas tienen material procedente de inteligencias no humanas o se trata de desarrollo de proyectos “black” o investigaciones de tecnología de otros países enemigos o competidores de los Estados Unidos. Si estos grupos y contratistas externos no poseen restos exóticos, se demostraría que alguna agencia de inteligencia ha diseminado, a conciencia y con intereses inciertos, información falsa para hacer creer al mundo que el gobierno estadounidense estaba en poder de tecnología de otro planeta.
¿Hacia dónde piensa que nos dirigimos con todo esto de los exmilitares y/o exfuncionarios de inteligencia exponiéndose públicamente y diciendo lo de las inteligencias no humanas? ¿Cree que esto afectará significativamente al ciudadano de a pie?
Hasta la fecha, todo son conjeturas y es difícil anticipar a dónde nos van a conducir todos estos movimientos. En esta nueva narrativa UAP que se está dictando lentamente desde los Estados Unidos se pretende ofrecer una cara más respetable y científica del fenómeno OVNI, pero me temo que los avistamientos que más interesan al Departamento de Defensa y a los servicios de inteligencia son los provocados por drones y aviones no tripulados de otros países que han desarrollado una tecnología que les permite llegar con mucha facilidad y osadía a los lugares de mayor seguridad de los Estados Unidos, como los campos de pruebas o las instalaciones nucleares.
¿Cuál ha sido el último caso que ha estudiado personalmente?
Hace poco tiempo he estado investigando en una ciudad cordobesa algunos encuentros cercanos con ovnis ocurridos el siglo pasado que son muy interesantes. Durante algunos años, el fenómeno presentó una serie de características muy desconcertantes que, en realidad, fueron las que complicaron el estudio de estas manifestaciones. Por ejemplo, localicé a un testigo que, tras un avistamiento muy próximo con un platillo volante, a los pocos años, sufrió un grave percance de salud y tuvo una experiencia cercana a la muerte. La extraña mezcolanza fenomenológica que se produce en ocasiones en personas que han tenido encuentros con ovnis me parece una vía de investigación muy sugestiva y esto mismo lo han anotado algunos de los estudiosos involucrados en los denominados OVNIs del Pentágono.
Hemos conocido que su próximo libro se titulará “Agente Externo”. ¿Podría ofrecernos algún detalle sobre su contenido?
Es el tercer libro que dedico a la teoría de la Distorsión y espero poder ofrecer una visión más amplia de cuanto he podido averiguar en torno a los encuentros cercanos con OVNIs y su relación con otro tipo de visiones y manifestaciones anómalas en otros campos de lo forteano. En esta nueva entrega exploro el mecanismo interno de muchos folclores antiguos y su posible conexión con lo ocurrido en el mundo tras los acontecimientos originados tras el avistamiento de Kenneth Arnold. Además de, por supuesto, intentar vertebrar una idea aproximada sobre qué puede ocultarse detrás de estas experiencias de alta extrañeza. Espero tenerlo en el mercado antes de verano…
Entre las obras más destacadas de José Antonio Caravaca se encuentran:
- La última profecía de Julio Verne (2007)
- Expediente Roswell: el informe definitivo (2016)
- Ovnis: las operaciones secretas de las CIA (2017)
- Ovnis: las 50 mejores evidencias (2017)
- Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la teoría de la Distorsión (2018)
- Distorsión: OVNIS, apariciones marianas, bigfoots, hadas, fantas y extrañas criaturas. ¿Una teoría explicativa? (2019)
- Ica: la increíble historia de un pasado que nunca existió (2020)
- En la mente de los OVNIS (2022)
- Los OVNIS de Julio Verne (2023)
Enlace al blog de José Antonio Caravaca: caravaca.blogspot.com
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Felicidades por la entrevista, Caravaca me parece uno de los investigadores más sensato del panorama actual. Un tipo que sabe lo que dice.
Gracias! Estamos de acuerdo.
He conocido vuestro sitio gracias a la publicación de Caravaca y os animo a continuar en esta corriente entrevistando a los investigadores más importantes y ofreciendo información buena sobre los UAP. Me ha gustado mucho la entrevista porque cuenta las cosas muy claras en estos tiempos de confusión.
¡Muchas gracias Francisco!